Viñedos

La Horra

LAS CLAVES DEL MODELO CORIMBO

El conocimiento individualizado y milimétrico de cada uno de nuestros viñedos y su cuidado minucioso nos permiten adaptarnos a sus peculiaridades. Sabemos interpretar sus necesidades y conseguir vinos singulares.

1.-

Localizamos todos nuestros viñedos en la zona de La Horra, Roa, Anguix, La Aguilera y Quintana del Pidio.


2.-

Trabajamos con viñedo viejo, ya que aporta cualidades extraordinarias a nuestros vinos.


3.-

La Tinta del País (Tempranillo), es la única variedad con la que trabajamos. Representa fielmente el carácter de nuestra zona.


4.-

Nuestros viñedos están dispuestos con la clásica formación en vaso tradicional y realizamos la poda clásica de la zona.

5.-

Estamos comprometidos con el cultivo ecológico y realizamos una viticultura que respeta escrupulosamente el Medio Ambiente.


6.-

Seguimos minuciosamente la evolución de cada uno de los viñedos para determinar el momento óptimo de vendimia de cada uno de ellos.


7.-

La vendimia en La Horra se realiza de forma manual, respetuosa y experta. Las cuadrillas recogen en cajas de 12 kilos la uva de los viñedos seleccionados cada día.


8.-

La uva es el fiel reflejo de un paisaje. Es un ser vivo que capta hasta el más mínimo detalle de su entorno.

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CLIMA Y PAISAJE

La ribera del Duero se encuentra en la zona centro-este de la submeseta norte, dividida longitudinalmente por el río Duero y con suelos originados por depósitos terciarios.

Con altitudes que van desde los 700 a los 900 metros y marcada por un clima de carácter continental, inviernos muy fríos y largos, así como veranos muy cálidos.

Con saltos térmicos entre el día y la noche de hasta 20 grados en septiembre y 15 durante el mes de octubre, da lugar a una zona a veces extrema para el cultivo de la vid.

Nuestro paisaje se caracteriza por estar situado entre los 800 y los 870 metros de altitud.

Es una zona más fresca dentro de la ribera del Duero y con carácter menos extremo, dominada por inviernos fríos y veranos no tan cálidos.

Esto nos permite concentrar mayor frescura en los vinos permitiendo una buena madurez de los taninos.

Las lluvias se encuentran en torno a los 420 mm, concentradas entre noviembre y mayo.

Nuestra zona está además dominada por unos vientos suaves en dirección NE -canalizados en el espacio que queda entre el Sistema Central y los Picos de Urbión- y SO -viento más fresco que viene desde las zonas altas de los citados Picos de Urbión.

La acción de los vientos en la zona favorece que la hoja y el racimo se sequen rápidamente tras las lluvias.

Nuestros suelos se caracterizan por su gran profundidad, dominados por arenas en las capas más superficiales, entre las que se van intercalando concreciones cálcicas y finos horizontes de arcilla.

En profundidad suele haber arcillas y el sistema radicular ahonda hasta alcanzarlas, buscando la humedad tan necesaria en verano. En algunas de las parcelas, la zona superficial tiene alta pedregosidad.

Este conjunto de factores aportan una mayor calidez al suelo, consiguiendo una mejor madurez de los taninos con la frescura que caracteriza a nuestra zona.