

AÑADA CLIMATOLÓGICA
El invierno fue más frío que la media histórica pero sin ser demasiado duro. La primavera resulto ser más fría de lo habitual. El desborre se produjo a finales de Abril primeros de Mayo, fecha normal para la Ribera.
Hubo heladas de primavera a mediados de Mayo provocando en algún viñedo la pérdida de los primeros brotes. Estas heladas obligaron a un aclareo de racimos temprano y eliminar los racimos verdes procedentes de segundas yemas brotadas.
Las condiciones para maduración fueron muy buenas y con unas lluvias ligeras en la mitad de la vendimia. Esta maduración provocó un tanino muy dulce. La calidad de la cosecha fue extraordinaria, con un carácter fresco muy floral y con taninos finísimos.
Variedades:
100% Tinta del País (Tempranillo)
Viñedo:
Pequeñas parcelas en La Horra, Roa y pueblos colindantes (Burgos). Cepas en vaso con una edad media por encima de los 50 años.
Elaboración:
Fermentación alcohólica espontánea en tinas de roble francés (18 días antes del descubado), seguida por fermentación maloláctica en barrica.
Crianza:
16 meses en barrica, 80% roble francés y 20% roble americano.
Estabilización:
Por métodos naturales
Clarificación:
Clara de huevo liofilizada.
Grado alcohólico:
14,5% Vol.
Presentación:
Cajas de madera de 6 botellas
Formato:
50cl. - 75 cl. - 150cl. - 3l. - 6l.
Color:
De color rojo picota y fondo oscuro con ribete ligeramente púrpura. De capa alta y profunda.
Nariz:
Muy intensa y voluminosa pero elegante y pulida. La fruta el viñedo y la añada están muy por encima de la madera que se adivina al fondo.
La mora y la ciruela negra aparecen con claridad entre la sensación de plantas aromáticas bajo el pinar. Una nota de mineralidad profunda remata el perfil aromático de este magnífico vino.
Boca:
Voluminoso, amplio, llena la boca con las frutas negras que van dando paso a notas de plantas aromáticas y tierra. Termina en una larga frescura matizada de detalles del paisaje en un año excelente.
La añada 2010 fue magnífica en La Horra y aportó frescura y elegancia sobre una madurez impecable. Los taninos, finos y frescos, dan el carácter y la raza a esta nueva interpretación de la Ribera del Duero que representan los Corimbo.
