AÑADA CLIMATOLÓGICA
El final del otoño fue frío, con alguna nevada en noviembre, lo que auguraba un invierno duro que finalmente fue, más bien al contrario. Inicio del año cálido y seco, con temperaturas anormalmente altas en febrero e inexistencia total de lluvias, se llegan a alcanzar los 22 grados en algún día de febrero y casi los 23 en marzo.
Abril dio algo de tregua con lluvia y bajada de temperaturas, lo que favoreció que se acumulase agua en el suelo. Brotación en torno al 2 de mayo y pequeñas heladas la semana del 6, primavera fría y seca, lo que retrasó un poco el ciclo.
El 3 de junio hubo una pequeña granizada que afectó mínimamente al viñedo. Durante la floración hubo viento, lo que unido a la fuerte ola de calor de finales de junio, favoreció el corrimiento de los racimos. Julio fue muy cálido, registrando máximas históricas en la zona.
Hubo una tormenta dos días antes de comenzar la vendimia, pero gracias al corrimiento de racimo, apenas afectó a la sanidad de la planta.
Año de poca producción, con racimos pequeños y corridos y mucha calidad.
Precipitación: 398,9 mm.
Zona de producción:
D.O. Ribera del Duero
Variedades:
100% Tinta del País (Tempranillo)
Viñas:
Pequeñas parcelas en La Horra, Roa y pueblos colindantes (Burgos). Cepas en vaso.
Edad:
Viñas de 25 a 30 años de media
Vendimia:
Manual con mesa de selección
Elaboración:
Fermentación alcohólica espontánea en depósito de acero inoxidable, fermentación maloláctica en tinas de roble francés.
Crianza:
14 meses en barrica, 80% roble francés y 20% roble americano.
Estabilización:
Por métodos naturales
Clarificación:
Albúmina de huevo.
Grado alcohólico:
14% Vol.
Presentación:
Caja de cartón de 6 botellas
Formato:
Botellas de 50 cl, 75 cl, 1,5 l, 3 l y 6 l
Color:
De capa intensa y tono rojo de cereza picota. El ribete es rojo vivo.
Nariz:
Muy intenso con notas de frutas, mora y cereza, entre los aromas de plantas aromáticas bajo el pinar. La madera está impecablemente ensamblada. Es muy complejo y delicadísimo.
Boca:
Voluminoso, elegante y con muchísima finura. Las frutas y las hierbas aromáticas forman un conjunto armónico y muy delicado. Destacan la cereza y la mora, sobre un fondo de mejorana y jara. Hay cierta golosura que proviene de una añada cálida y excelente. Aparecen notas balsámicas refrescantes que recuerdan a la menta y al malvavisco. El tacto es muy agradable y queda una percepción de taninos finos y dulces de gran calidad que le dan vida. Excelente CORIMBO, posiblemente el mejor que hemos elaborado. La añada 2019 ha sido magnífica y queda patente en este vino.
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